Crónica de Padules

Crónica de la II Marcha Alpujarra y Pedal. Padules 2011. (M. A. Clemente)

Por segundo año consecutivo y después de un parón en el entrenamiento después del Campeonato del Mundo de Dinamarca, José Manuel y yo decidimos participar en la marcha, ya que el año pasado lo pasamos muy bien y pudimos disfrutar de un entorno incomparable en la Alpujarra almeriense.
Con total puntualidad inglesa se daba la salida a la marcha a las nueve de la mañana, atravesamos el pueblo de Padules con la prueba neutralizada y justo a la salida en dirección a Almócita, por una zona de camino entre vegas, se sale muy rápido el grupo se estira y nosotros vamos pasando a gente, justo al paso por Almócita en un repecho por el pueblo vemos que el grupo se va cortando y a la entrada al sendero que nos iba a llevar hasta Ohanes, perdemos contacto con el grupo de cabeza, aproximadamente de unas veinticinco unidades. Sabiendo lo que nos quedaba por delante decidimos poner ritmo ya que justo al salir de Ohanes comienzan las primeras rampas importantes. Pintado me comenta los carteles que indican las rampas y puntos de peligro, el más gracioso era "Peligro rampa dura pero larga". En la subida nos encontramos con rampas de hasta el 20 %, hasta llegar a las minas de Beires, donde parece que termina la subida, pero tras una bajada muy corta, se gira a la derecha y se sigue subiendo hasta la cota más alta en Sierra Nevada. Tras una bajada muy rápida llegamos a la cuesta imposible, que recordábamos del año pasado, pero que estaba en peores condiciones y que tenemos que bajar "espaíco". Continuamos bajando hasta llegar a Fuente Victoria, donde paramos en el avituallamiento.

Al salir de Fuente Victoria, donde se separan los recorridos de la marcha larga y de la corta, tomamos la carretera y comenzamos la subida a la Sierra de Gádor, en dirección a Caparidan, por una zona diferente al año pasado, que tiene su final en las rampas de las minas de Martos, donde tenemos que poner pie a tierra, ya que la pendiente es muy alta y tiene mucha piedra suelta.
La bajada de la Sierra de Gádor también se hace por una zona diferente al año pasado, por un cortafuegos que culmina en un sendero muy estrecho y con curvas bastante cerradas, donde la pericia del piloto hace que pasemos esa zona tan complicada sin ningún contratiempo, solo tuvimos que poner pie a tierra tres o cuatro veces ya que no podíamos tomar las curvas.
Llegamos a la pista de Cacín, y tras un descenso muy rápido hasta el rio Andarax, donde comienza la ultima rampa que nos lleva hasta el pueblo de Padules y final de la prueba.
Quiero dar las gracias al C.C. Los Mastrinkais, que este año nos ha invitado a la prueba, y a Dani de Mundobici, que nos ha dejado el tándem para poder hacer esta marcha. Y sobre todo a José Manuel, que otra vez me ha demostrado que es un fenomenal Bikers y amigo. GRACIAS.